El pasado 23 de noviembre se entregó en el Consejo General del Poder Judicial un premio a los abogados del turno de oficio de violencia de género. El premio, concedido por el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del propio CGPJ, viene a confirmar la gran labor de apoyo, acompañamiento y asesoramiento especializados que realizan los compañeros y compañeras que a diario luchan por los intereses de las mujeres que han sido o están siendo víctimas de violencia de género, también salvaguardando la integridad y los intereses de sus hijos menores.
Según los datos facilitados por la Subcomisión de Violencia sobre la Mujer del Consejo General de la Abogacía Española, más de doscientos abogados del turno de oficio de violencia de género estuvieron de guardia cada día durante el año 2015, efectuando más de 47.000 asistencias. Su intervención es clave no sólo durante el proceso, sino también en los momentos anteriores a la denuncia y durante su interposición, donde el abogado a menudo ejerce de apoyo para la víctima, por eso resulta vital el asesoramiento a las víctimas desde el primer momento, antes de interponer una denuncia que, de otro modo, podría llegar a ser retirada o quizás nunca interpuesta. Aunque la actuación letrada en estos casos esté regida por principios como la intimidad y la privacidad, la defensa jurídica integral y una adecuada formación específica en la materia, es preocupante el número de denuncias que se retiran antes de iniciar el proceso, con todo lo que eso supone.
El compromiso de los abogados del turno de oficio de violencia de género en la erradicación de esta terrible lacra, no solo es profesional sino también personal. A nadie se le escapa que la pertenencia al turno es puramente vocacional y que las condiciones en las que se trabaja no son las óptimas. Esta dedicación exige una formación y una lucha permanente: diariamente, por desgracia, se producen en nuestro país episodios de violencia de género, y diariamente se dictan sentencias y resoluciones judiciales que van dibujando el marco legal de esta importante actividad profesional. Además, el Código Penal recoge nuevos tipos delictivos —acoso, hostigamiento, sobre todo a través de redes sociales, matrimonios forzosos, sexting, embaucamiento a menores, manipulación de dispositivos electrónicos, o apología de delitos de odio, es decir, que la incitación a la violencia de género se considere un delito de odio—, así que también resulta de vital importancia que, como profesionales formados, traslademos a la sociedad la importancia de no tolerar estos comportamientos en nuestro entorno.
Y es cierto que un premio no es más que un premio, pero desde el Ilustre Colegio de Abogados de Tenerife queremos sumarnos a ese reconocimiento a todos los compañeros y compañeras que, con su trabajo, nos hacen sentirnos día a día más orgullosos de pertenecer a este gremio, por su generosidad y su compromiso para, de una vez por todas, acabar con la violencia de género.
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