El próximo viernes 23 de Septiembre a las 19 horas, nos acompañará en el Salón de Actos del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife la escritora Pilar Torres Navarro, para presentarnos su primera novela, La Quinta Bella Vista.
La novela transcurre en dos escenarios y dos épocas temporales diferentes. El escenario principal es Portugal, donde la trama se debate entre el presente y la dictadura de Marcelo Caetano, que tuvo lugar entre 1968 y 1974, derrotado en la llamada “Revolución de los claveles”, que coincidió con el fin de las guerras coloniales para ese país.
El otro marco de la historia contiene unas referencias atractivas para los abogados de Santa Cruz de Tenerife. Tenerife, la actualidad. Un personaje principal, Lucía, una abogada tinerfeña que ejerce la profesión en nuestros tribunales, integrada en un macro despacho Santacrucero, Fernández Solórzano & Matías Guillén, donde recientemente la han ascendido a la categoría de socia, cuya última apuesta es la defensa de casos internacionales. Lucía padece fibromialgia y trata de superar un divorcio tan reciente como sangrante. Una señora portuguesa, que vive en Güímar, Sara Marques Freire, contratará sus servicios para la dirección letrada de un juicio civil de Testamentaría a celebrar en Portugal. La escritora se detiene, ya en escenarios de ultramar, en describirnos a dos abogados portugueses, que representan dos estilos diferentes de ejercer la abogacía, probablemente algo añejos para los tiempos que vivimos.
Lo que sigue es una entrevista realizada a Pilar Torres y publicada en la revista Más Mujer Canarias, donde la autora habla, entre otras cosas, de su proceso creativo.
Pilar Torres
Me gustaría que me hicieras una pequeña biografía a modo de entradilla para presentarte ante el lector de Más Mujer y ante los lectores de tu libro.
Pilar Torres (Tenerife, 1973) realizó estudios de Derecho en la Universidad de La Laguna y de Post grado en RRHH y Medios en la Universidad de Barcelona, especializándose en Comunicación Interna Empresarial. Inició su andadura profesional como abogada durante cuatro años, transcurridos los cuales ingresó en el mundo de la Banca. Actualmente trabaja en Caixabank.
Es una mujer vital, aventurera, deportista, amante de la naturaleza, la fotografía, la música, los libros y a la que le encanta disfrutar de la amistad frente a una buena taza de té. Vive en Santa Cruz de Tenerife con su hijo Ismael y La Quinta Bella Vista es su primera novela.
La Quinta Bella Vista es el título de esta, su primera novela. ¿Nos podría adelantar algo sobre su argumento?
Sí, claro. En la novela, Lucía es una abogada de prestigio que con cuarenta años está viviendo uno de los momentos más complejos de su vida: a su reciente separación se le une una enfermedad en sus piernas, que le provoca unas crisis cada vez más frecuentes.
Una tarde, entra en su despacho una misteriosa mujer portuguesa, llamada Sara, que no solo le dará el caso más complicado de su carrera profesional –defender la donación de una quinta situada en Portugal llamada Quinta Bella Vista– sino que también le propondrá un pacto: curar su enfermedad a cambio de su defensa letrada.
Un viaje por la Lisboa de los años setenta, la guerra colonial, las reuniones clandestinas de los capitanes del ejército portugués, el diario de un militar que se debatía entre la razón y el corazón, el amor imborrable que ha sobrevivido pese al paso del tiempo y una revolución incruenta que derrocó el régimen de Marcelo Caetano, son el trasfondo de mi libro, en el que los protagonistas comprenden que para dejar atrás un pasado que ya no les sirve y conseguir evolucionar hacia un modo de vida nuevo, deben llevar a cabo su propia revolución.
¿Y por qué Lisboa?¿Por qué esta revolución?
La idea de incorporar la historia de la Revolución de los Claveles como trasfondo histórico de la novela nace de un primer viaje que hice a Lisboa, en el que no solo me quedé enamorada de la ciudad, sino que en uno de esos paseos de última hora y curioseando en la FNAC, descubrí un libro con una portada que llamó poderosamente la atención. Se llamaba Desde el interior de la Revolución y fue escrito por Vasco Lourenço, uno de los capitanes que lideraron el movimiento revolucionario del 25 de Abril. En él se relata cómo se gestó y organizó el levantamiento militar contra una de las últimas dictaduras europeas, que culminó con la bella postal de los claveles en la boca de los fusiles y la aurora de una democracia para nuestro país vecino, Portugal.
Pues bien, en aquel momento, mientras ojeaba el libro en la FNAC de Lisboa, visualicé perfectamente un escenario, unos personajes, una historia… fue un verdadero flechazo, casi una película que pasó ante mis ojos y que reconocí como mía; así que guiándome por esa intuición, compré este libro y otros más sobre el mismo tema, que vinieron conmigo a Tenerife junto con una caja de pasteles de Belén y unos discos de fados. Fue el comienzo de esta gran aventura.
Como ya hemos comentado, esta es su primera novela. ¿Qué espera de ella?
Espero que sea leída y disfrutada por muchas personas. Quiero que la gente la acabe con una sonrisa en la boca, que les dé pena que se haya terminado, que les resuene la voz de Sara, la portuguesa, durante días en la cabeza y que les impulse a hacer algo nuevo en sus vidas, como hizo Lucía, la otra protagonista femenina. Esta es una novela que debe empapar el corazón de entusiasmo y fuerza para afrontar retos y, por qué no, revoluciones.
Usted ha estudiado Derecho y desempeña un puesto de trabajo que nada tiene que ver con la literatura. Díganos, ¿cuándo llega la idea de escribir? ¿Es algo que tenía pendiente de mucho antes?
Escribo desde que soy niña. En mi vida siempre he necesitado escribir, de cualquier forma, en cualquier lugar, y tengo llenos los cajones de libretas, papeles, cartas que nunca mandé y diarios de todos los tamaños y colores.
Hoy en día, con el tiempo y la objetividad que te da la edad, sé que he necesitado hacerlo para dar voz, para componer una melodía organizada de lo que ocurría dentro de mí; pero aquello fue siempre algo muy mío, nunca me atreví a exponerme, a mostrarme ante otros.
En el año 2008, animada por una amiga, abrí un blog llamado Desahogocreativo y a través de este portal virtual y con un seudónimo, también abrí por primera vez mi mundo de letras y música interna al exterior. Para mi sorpresa, mis cuentos, mis batallas, mis personajes, mis poesías comenzaron a ganar muchos adeptos y algún que otro pequeño premio que me animó a hacer algo mayor.
En septiembre del año 2010, agotada por el crecimiento del blog y por la cantidad de horas y energía que tenía que emplear para mantenerlo vivo, decidí cerrarlo e invertir todo ese tiempo y esfuerzo en hacer algo mayor; comencé a montar la primera estructura de la novela.
Durante todo este proceso que ha durado casi cinco años, he tomado conciencia de que debía crear un espacio en mi vida para sacar mi creatividad, para hacer danzar mis musas, para convertir mis fantasías en realidad, y desde entonces viven y conviven en mí (no siempre con éxito), mis dos mundos: el que es mi medio de vida –mi trabajo– y el que realmente me da la vida, la literatura.
¿Cómo se definiría como escritora?
Para mí la escritura es un ritual, casi una meditación que comienza con una buena jarra de té negro y una vela a primera hora de la mañana y que me puede absorber durante todo el día, si lo tengo libre.
Cuando escribo no escatimo tiempo en buscar la sonoridad y exactitud de las palabras, trabajo con visualizaciones y muchas veces con música que inspira el texto. En mis descripciones, las atmósferas, los olores, los sonidos, los colores y los sentimientos internos de los personajes deben coincidir exactamente con lo que yo he visualizado previamente y, si no coincide, lo repito obsesivamente hasta que lo que suena dentro de mí refleja exactamente con lo que he plasmado fuera.
Por esta razón, soy muy lenta escribiendo y nunca podría hacerlo en una cafetería o en una biblioteca, tengo que hacerlo en la más pura soledad y con el más absoluto silencio.
Una pregunta casi inevitable, ¿cuáles son sus referentes?
Referentes tengo muchos porque he sido siempre una gran lectora, pero en concreto para esta novela, me centré en el estudio de algunos escritores masculinos, sobre todo portugueses. La razón fue porque cuando empecé la segunda parte del libro tuve algunos problemas para interiorizar las voces masculinas; de repente, comenzaron a aparecer en mí dudas de lo más simples, pero que no tenía ni idea cómo resolver. Por ejemplo: ¿cómo vive el amor un hombre? ¿Cómo expresaría en una carta que está enamorado? ¿Cómo se comportaría mi personaje “militar” ante el amor de su vida? ¿Cómo se expresaban los hombres portugueses en los años 70?
Para ello comencé el estudio de voces como Fernando Pessoa, José Saramago, Lobo Antunes o el delicadísimo Vergílio Ferreira en sus Cartas a Sandra. También W. Somerset Maugham, Kafka con sus Cartas al padre o el propio Paul Auster con su Diario de invierno, me sirvieron de inspiración para la construcción de la personalidad y las descripciones de algunos lugares que se hicieron en la novela en boca de hombres. Fue un trabajo interesante y que me dio una nueva perspectiva del mundo masculino, sin duda.
Su novela tiene algo de histórica, ¿Le ha costado mucho documentarla y escribirla?
Para poder atreverte con una novela histórica tienes que hacer una importante labor de investigación: dominar los escenarios, los nombres de los personajes relevantes en la época, las fechas, la ubicación física y temporal de los hitos históricos, el atrezo e infinitos datos y detalles de los que finalmente solo utilizas un diez por ciento de lo que has recopilado. El resto tiene que estar en tu cabeza, como parte de la telaraña invisible en la que colocas a tus personajes.
En concreto para la documentación y ambientación de mi novela, utilicé los libros que traje de Lisboa (que traduje con mucha paciencia) y los extensos archivos históricos de la Asociación 25 de abril; también regresé en una segunda ocasión a Lisboa para visitar en persona una de las cárceles políticas de la PIDE, de la que extraje nombres e historias de muchos portugueses arrestados y torturados en aquella época, y los principales escenarios físicos de la Revolución, incluido el antiguo cuartel de Trafaria ( en la costa de Caparica), centro neurálgico donde se gestó la documentación y transmisión de las propuestas revolucionarias.
Fue una labor ardua, pero finalmente muy gratificante.
¿Y publicarla? Sabemos que no es nada fácil en estos tiempos.
Desde mi experiencia en búsqueda de editoriales, he sacado la conclusión de que a las grandes editoriales de este país solo se puede entrar por dos puertas: la primera, a través de un premio (de los que personalmente tengo serias dudas sobre la objetividad y la igualdad de trato de todos los aspirantes) y la segunda, ser un personaje de relevancia pública o famoso.
Hoy en día las editoriales son empresas que están luchando por sobrevivir en un mundo en el que la piratería de los libros digitales arrasa el mercado cada vez más complejo del libro en papel. La labor del editor ya no es la de aquel busca–talentos o el descubridor de nuevas voces de entre las montañas de manuscritos que llegaban a diario a sus portales; la función es la de hacer sobrevivir su empresa y para ello debe invertir su dinero en un “valor seguro” que permita recuperar una inversión y obtener un beneficio.
Para los escritores noveles como yo, que no somos “valores seguros”, solo nos queda la suerte de un contacto, la búsqueda de un buen representante literario que sepa colarse en los despachos y vender tu producto, las pequeñas editoriales o la autoedición o coedición.
En mi caso, ha sido la Editorial Idea la que ha apostado por mi obra, después de tocar muchas puertas en editoriales tanto de Barcelona como de Madrid, en las que dejé manuscritos personalmente como la que deja un curriculum de actriz de pueblo en una gran productora de Hollywood.
¿Con qué se va a encontrar el lector cuando lea la novela? ¿Qué le diría para convencerle de que la compre?
La Quinta Bella Vista es una novela romántica con trasfondo histórico, pero que también tiene suspense, es un libro de viajes, de aprendizaje, de amor, de crecimiento personal. Creo que es un libro que lo tiene todo y que abarca voces y sentimientos tanto masculinos como femeninos. Su prosa es muy ágil, engancha desde el principio y que se adapta a todos los públicos. Es ideal para una buena y entretenida lectura de verano.
Háblenos un poco de los personajes, ¿hay alguno en el que se vea reflejada?
Evidentemente Lucía, la abogada, nace de mis experiencias profesionales y sentimentales, pero en ella también hay historias de muchas mujeres que conozco y que han vivido rupturas amorosas y no saben cómo afrontarlas. Ella es el principio de esta historia, pero a lo largo de las páginas del libro encontraremos muchos personajes antagónicos; cada uno con su conflicto, su discurso, su físico y personalidad. En este sentido, mi personaje favorito es Miguel, un hombre que creé con muchísima sensibilidad, con sus propios interrogantes ante la vida, sus heridas y cicatrices, y cuya revolución personal en la novela consiste en la difícil tarea de aprender a perdonar la traición de su propio padre.
Para finalizar, ¿tiene nuevos proyectos a la vista? ¿Tal vez una nueva novela?
Sí, dentro de mí ya se está cociendo algo, empiezo a oír las musas bailando, las notas sonando, las letras colocándose en la punta del lápiz empujándose para salir…
La Quinta Bella Vista